
En los dos últimos años he hecho pocos kilómetros, casi todos en viajes cortos, ciudad y algo por el campo. Los puntos fuertes: los ajustes, no tiene ruidos parasitos ni vibraciones. Los puntos débiles: el consumo alto para lo que hoy hacen los coches de gasolina y los elevalunas traseros que van muy lentos; también los tiradores de las puertas delanteros, que han perdido el cromado.
Consume un litro de aceite cada 10.000 km aproximadamente. No ha habido más averías.