Evidentemente el CLIENTE soy yo. Lo relevante en este caso es conocer mi perfil en la medida que permita entender el resultado.
El "cliente" es un varón de mediana edad, aficionado a las nuevas tecnologías, con algún conocimiento de mecánica (mi primer trabajo fue en un taller hace ya 30 años de ello), con nivel de estudios universitario.
Todos esto implica que me convierto en un cliente insistente, que utiliza todas las vías disponibles para conseguir una respuesta satisfactoria, que le cuesta aceptar que consumir aceite sea normal (aunque lo sea) porqué cuando se inició en el mundo del automóvil era lo peor que te podía pasar, que puede llegar a ser pesado y obsesivo, no le preocupa mucho la opinión que pueda generar en los demás. Los clientes con este perfil son difíciles de contentar aunque los servicios de atención al cliente les tienen bien cogida la medida.
viernes, 26 de noviembre de 2010
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